
Cuando de decoración se trata siempre pensamos en el salón, dormitorios e incluso baños; pero ¿y nuestra cocina? A pesar de ser uno de los sitios en los que más tiempo pasamos, siempre la dejamos en un segundo plano. Por eso el otro día mientras hacía un bizcocho me replanteé: "¿y por qué?" ¿No os encantaría cocinar en un ambiente más distintivo?